El Gobierno ha introducido una modificación en la normativa de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) para obligar a las empresas que soliciten un ERTE en su modalidad cíclica a realizar acciones formativas para sus trabajadores si quieren beneficiarse de las exoneraciones de cuotas contempladas en la ley. Esta modificación entrará en vigor el mismo jueves. El ERTE cíclico se puede solicitar por las empresas cuando se aprecie una coyuntura macroeconómica general que aconseje la adopción de instrumentos adicionales de estabilización. Con esta modificación, se busca garantizar “la necesaria seguridad jurídica y coherencia interna”, así como su “congruencia” en relación con lo previsto en los ERTE, según el Gobierno. Las exenciones de las que pueden beneficiarse las empresas autorizadas a efectuar un ERTE cíclico son del 60% durante los primeros cuatro meses, del 30% en los siguientes cuatro meses y del 20% en los últimos cuatro meses.
Además, esta modificación en los ERTE tiene como objetivo garantizar que los trabajadores afectados por la suspensión temporal de su empleo tengan acceso a programas de formación y capacitación, lo que les permitirá desarrollar habilidades y conocimientos que les ayudarán a encontrar empleo en el futuro. Con esta medida, se espera que los trabajadores afectados por los ERTE puedan mejorar sus habilidades y competencias, lo que les permitirá ser más competitivos en el mercado laboral y les ayudará a encontrar trabajo en el futuro.
Por otro lado, esta modificación también busca alentar a las empresas a que adopten medidas para mejorar la productividad y competitividad de sus empleados, lo que les ayudará a superar los desafíos económicos que enfrentan. Es importante destacar que las empresas que desarrollen programas de formación y capacitación para sus empleados también podrán beneficiarse de una mayor eficiencia y productividad en sus operaciones, lo que les permitirá mejorar su competitividad en el mercado.
En resumen, la modificación en la normativa de los ERTE busca garantizar la seguridad jurídica y coherencia interna en el sistema de regulación temporal de empleo, al mismo tiempo que busca brindar una mayor protección a los trabajadores afectados por los ERTE cíclicos. Al ofrecer programas de formación y capacitación, se espera que los trabajadores puedan mejorar sus habilidades y competencias, lo que les permitirá encontrar trabajo en el futuro. Además, alentar a las empresas a adoptar medidas para mejorar la productividad y competitividad de sus empleados, se espera que puedan superar los desafíos económicos que enfrentan y mejorar su competitividad en el mercado.