Un hombre es condenado a 4 años de prisión por instalar una cámara de vigilancia a su expareja y acceder a su router. El Tribunal Supremo considera el uso de la clave un ataque a su privacidad.
El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 4 años de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos agravado a un hombre. El hombre había instalado una cámara de vigilancia en el aire acondicionado del dormitorio de su expareja y activarla con la clave de acceso del rúter de la víctima. La Sala de lo Penal considera que la utilización de una clave personal representa un plus de gravedad en el ataque a la esfera de privacidad de cualquier persona, en la medida en que implica un apoderamiento añadido de un dato de carácter personal.