La sentencia del TEDH abordó el tema desde un enfoque más amplio, analizando si el derecho de la persona intersexual a ser registrada con un género distinto a los tradicionales de hombre o mujer, se encontraba protegido por el artículo 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. En este sentido, el TEDH consideró que el derecho al respeto de la vida privada incluye el derecho a la autodeterminación de género y a la protección de la identidad de género, y que el Estado tiene la responsabilidad de respetar estos derechos.
No obstante, el TEDH también señaló que el derecho al respeto de la vida privada no es absoluto, y que puede ser limitado por motivos legítimos. En este caso, el Estado francés argumentó que no existía una normativa clara que permitiera el registro de un género neutro, y que la inclusión de una categoría distinta a hombre o mujer en el registro civil podría tener implicaciones legales y sociales en el futuro.
El TEDH concluyó que el derecho al respeto de la vida privada no exigía la creación de una categoría de género neutro en el registro civil, pero que el Estado francés debería encontrar una solución para reconocer la identidad de género de las personas intersexuales. En este sentido, la sentencia instó al Estado francés a que adopte medidas para asegurarse de que las personas intersexuales puedan ejercer plenamente sus derechos humanos y que se respete su identidad de género.
La sentencia del TEDH es importante porque aborda un tema que es poco conocido y a menudo invisible en la sociedad, y porque establece un marco claro para la protección de los derechos humanos de las personas intersexuales en Europa. Aunque la sentencia no exige la creación de una categoría de género neutro en el registro civil, es un paso importante para reconocer y proteger la identidad de género de las personas intersexuales y para asegurar que se respeten sus derechos humanos.
En conclusión, la sentencia del TEDH es un llamado a la acción para los Estados europeos para que reconozcan y protejan la identidad de género de las personas intersexuales. Es importante que los Estados adopten medidas para asegurarse de que las personas intersexuales puedan ejercer plenamente sus derechos humanos, y que se respete su identidad de género.