El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 4 años de prisión por un delito de descubrimiento y revelación de secretos agravado a un hombre. El hombre había instalado una cámara de vigilancia en el aire acondicionado del dormitorio de su expareja y activarla con la clave de acceso del rúter de la víctima. La Sala de lo Penal considera que la utilización de una clave personal representa un plus de gravedad en el ataque a la esfera de privacidad de cualquier persona, en la medida en que implica un apoderamiento añadido de un dato de carácter personal.
La víctima había mantenido una relación de cuatro años con el acusado y le había pedido que cuidara de su hijo en su domicilio. Aprovechando la oportunidad, el acusado instaló la cámara de vigilancia con la intención de controlar a su expareja. Para activar la cámara, utilizó la contraseña privada de la víctima. Esta situación continuó hasta que la víctima cambió las contraseñas de acceso a su rúter.
El Tribunal Supremo afirma que los hechos tienen pleno encaje en el delito por el que ha sido condenado y señala que la agravación de la pena no se deriva de la captación de imágenes mediante un dispositivo de grabación oculto en el aparato de aire acondicionado, sino de la utilización inconsentida de la clave del rúter. La utilización de una clave personal representa una mayor gravedad en el ataque a la privacidad de una persona, ya que implica el aprovechamiento de un dato personal.
En su sentencia, la Sala analiza el concepto de dato personal recogido en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo, que establece la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de sus datos personales y a la libre circulación de estos datos. La Sala indica que cualquier número de identificación personal, incluyendo un identificador en línea, constituye un dato personal susceptible de protección. Cualquier serie numérica o alfanumérica que permita acceder a cualquier servicio prestacional de carácter telemático es un dato de una persona no identificada, pero perfectamente identificable. Esa numeración capaz de proporcionar una respuesta habilitante para el acceso a un servicio automatizado sustituye la identificación física por una identificación virtual, asociada a esa clave de titularidad exclusiva